Ya están aquí, es inútil que te
escondas, ellos te conocen. Nos conocen a todos. Yo puedo verlos. Les veo en las
calles mirándome de arriba abajo con miradas voraces, desando intimidarme. Al
principio los confundía con simples empresarios trajeados, todos idénticos,
rutinarios, grises. Grises desde el
color de sus trajes hasta el de su bombín. Desde sus miradas hasta su tono de
piel. Y el gris es el color más triste del mundo, por eso, cuando los miras eres
inundado por una sensación de angustia y nostalgia. ¿Te suena?. No son rutinarios
empresarios los que veo, no. Son los ladrones. Me quieren a mí, quieren mi
tiempo. Quieren consumirme como el puro del que siempre aspiran, quieren que me
evada como el humo que este desprende. No lo conseguirán, no voy a perder ni
una milésima de segundo.
No dejaré que se apoderen de mi tiempo perdido.
No dejaré que se apoderen de mi tiempo perdido.
Tú deberías hacer lo mismo. Piensa en ellos cada vez que te rodee la tristeza y el malestar. Escápate, huye lo más lejos posible. No pierdas el tiempo derramando lágrimas, lamentándote por tu vida y tus días. Son tus momentos, no dejes que se conviertan en suyos.
2 comentarios:
Hay demasiados hombres grises por ahí...habrá que empezar a correr para huir muy lejos de ellos.
Como siempre, es un placer leerte.
Saludos~
¡Uau! Oye pues menos mal que no estabas inspirada ¿eh? Si te soy sincero es lo mejor que he leido en este blog, al menos para mi. Tiene algo mágico, algo que lo diferencia del resto, algo que ha conseguido calarme dentro y no se realmente porqué.
Espero que dejes usar a estos personajes en una entrada en mi blog porque estaría encantado de escribir un relato.
En serio, genial. Me has consegido impactar bastante.
Gracias por ello :D
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