Nuestros besos van adquiriendo día a día el sabor de la despedida, y por
muy cerrados que mantengamos los ojos una vez lo vimos venir.
Nos quedamos con el “hasta luego” clavado en
los labios, que sin querer despegar del todo se quedó en el aire. Ni tus
dulces palabras se ven capaces de romper ese silencio.
He guardado tus cartas bajo la almohada, para poder leerlas cada
anochecer, mientras las plumas de mi atrapasueños se zarandean, compadeciéndose
de mi tristeza. Yo le
hablo con lágrimas, mientras él promete encargarse de mis pesadillas en tu
ausencia.
Las noches de invierno serán muy frías sin ti.
Y por muchas rachas de viento que envíe el destino a visitarnos yo mantendré
con vida nuestra vela, con la llama tan firme como tu letra cursiva escribiendo
mi nombre junto al tuyo, como el abrazo de nuestro nunca pronunciado “hasta
luego”.
Será una llama que ni el invierno ni la distancia podrá apagar.
4 comentarios:
Juu T_T qué triste, pero me consuela ser el primer comentario...
Noviembre, siempre me gusto , me recordó el título a November rain...preciosa canción :)
Espero que sigas escribien tan bien y mantengas la inspiración, pero si estas entradas tienen aunque sea una pizca de realidad, te mando fuerzas D:
Sé que será difícil vernos ahora que me voy a estudiar a Vitoria-Gasteiz, pero no dejaré que nuestra vela se apague preciosa; cuando esté allí estaré pensando en ti y cuando tenga algún rato libre te enviaré un what´s app para que tú también pienses en mí y veas lo mucho que te quiero aunque la distancia nos separe.
Todo lo que escriba será absurdo, sólo las palabras de esa persona (creo que la que ha comentado antes que yo, ahí arriba Î) pueden curar las heridas de tu pequeño corazón.
Muchos ánimos, yo también sé lo que es la distancia.
M.
"Las noches de invierno serán muy frías sin ti."
Las ausencias duelen,incluso aunque sean por poco tiempo.
Genial,como siempre.
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