lunes, 25 de junio de 2012

El monstruo del armario.

Abrió con un inmenso cuidado una de las puertas del armario, justo lo suficiente como para asomar su peluda cabeza, y alegrarse de ver únicamente oscuridad.
Con aún más esmero, salió poco a poco de su escondite, preocupándose solo de no hacer ningún ruido que pueda delatarle. Y eso era difícil, muy difícil para un monstruo de su tamaño. Andaba encogido, y preparado para sacar sus afiladas garras, como tantas veces había ensayado. Y justo cuando se aproximó  a la cama del niño que dormía plácidamente, soltó un grito. El grito que había estado preparándose, y que él consideró aterrador. Pero solo él.
El niño abrió ligeramente los ojos, como quien es despertado por los primeros rayos de sol, descubriendo a un humillado y enorme monstruo, con la boca aún entre abierta.
-¿Es que no me temes? –Pregunto el ser peludo, preocupado.
-¿No me temes tú a mí? –Respondió el niño, dejando al monstruo sorprendido.
-Claro que no, menuda sandez ¿Cómo iba a temer un monstruo a un niño? -Y una vez escuchado esto, el niño esbozó una sonrisa que el monstruo no olvidará. Este último se fijó más en lo que hasta hace poco consideraba su presa. Cubierto por las sabanas hasta el pecho, el niño lo miraba con ojos oscuros, que contrastaban con su tez y pelo claro.
-Eres muy valiente.-El niño no perdió la sonrisa al decir aquello.-Yo sí que les tengo miedo.-El monstruo no dijo nada, cada vez más confuso y asustado.
-Les tengo miedo cuando matan a más personas. Les tengo miedo cuando estropean el mundo. Les tengo miedo cuando destruyen el mundo por poder.
Tengo miedo de crecer y convertirme en uno de ellos. –Y dicho esto, el niño dejó de sonreír, se tapó con sus sabanas hasta la nariz, y le dio la espalda al estupefacto monstruo.
 –Y no, no te tengo miedo, a ti ni a ningún estúpido monstruo que no hace más que asustar a seres que ellos creen indefensos. –Entonces, una sensación de mal estar se apoderó del monstruo, y consumido por el miedo, salió huyendo al armario del que había entrado, convencido de no volver. 

5 comentarios:

Lucia's Box dijo...

Increíble, jamás se me habría ocurrido un giro así a la historia. Impactante de principio a fín. Mi más sincera enhorabuena, sin palabras.
Muchos besos.

Yolanda Paredes dijo...

Es precioso, y la terrible realidad, las personas son peores que los mounstruos pero quien sabe, a lo mejor con un poco de bondad de alguna persona se pueda ir mejor. La esperanza no se pierde, no? :3

M. dijo...

Qué gran verdad... Hizo bien el monstruo de largarse de allí.
Buen cuento:)
Un beso.

M.

Lorenzo dijo...

Está genial. El principio me ha recordado mucho a Monstruos S.A. no se porque.
El giro de la historia es como una jarro de agua fría y muy cierto, la verdad. En resumen, que me ha encantado.
Sobre la música nueva que has puesto nueva en el blog... a mi me gustaba mucho más la anterior, esta es demasiado estridente con lo de Saw y Psicosis pero es tu blog ¿no? xD Es solo mi opinión, claro.

Elisa Sestayo dijo...

Me ha encantado este relato. Es bonito y fantasioso , a su vez, tan cierto. Somos el peor monstruo jamás imaginado. El niño de tu relato es muy sabio.

Un abrazo <3