sábado, 12 de noviembre de 2011

¿Y ahora?


Me despierto rodeada de las cuatro paredes que forman esta habitación, esas que no dejan de lamentarse por  todo el dolor que hay en el ambiente. Un dolor que las golpea con fuerza, y las hace gemir.
¿Cuánto tiempo llevo yo soñando? ¿Todo ocurrió de verdad?
Mi corazón se agita tan rápidamente como nunca.
Pero se encoje y me hace daño cuando me paro a pensar.
¿Serás tú el que me saque de aquí? ¿Debería yo confiar en ti? Joder, ahora resulta que tengo miedo, cuando no hay lugar donde más protegida me sienta que en tus brazos.


Que voy a hacer yo ahora, si te seguí tanto que me he perdido. Ya sabes, lo de la orientación no es lo mío, y no sé volver sola a casa.
¿Me acompañas?

3 comentarios:

- dijo...

A veces hay que tragarse el miedo y probar suerte, aunque haya más probabilidades de sufrir unas consecuencias debastadoras que encontrar por fin a quien merece la pena.
<3

María Baz dijo...

El miedo siempre estará ahí, pero que el miedo a fallar..no te impida jugar.
Un beso :)

Claudia. dijo...

Dolor, miedo... la verdad es que tú entrada me ha tocado el lado sensible... me gusta como escribes, te sigo. Pásate sigueme si te gusta :) http://lafelicidadeselcaminoclaudia.blogspot.com/