sábado, 9 de junio de 2012

Los hombres grises.

Ya están aquí, es inútil que te escondas, ellos te conocen. Nos conocen a todos. Yo puedo verlos. Les veo en las calles mirándome de arriba abajo con miradas voraces, desando intimidarme. Al principio los confundía con simples empresarios trajeados, todos idénticos, rutinarios, grises. Grises desde el color de sus trajes hasta el de su bombín. Desde sus miradas hasta su tono de piel. Y el gris es el color más triste del mundo, por eso, cuando los miras eres inundado por una sensación de angustia y nostalgia.  ¿Te suena?. No son rutinarios empresarios los que veo, no. Son los ladrones. Me quieren a mí, quieren mi tiempo. Quieren consumirme como el puro del que siempre aspiran, quieren que me evada como el humo que este desprende. No lo conseguirán, no voy a perder ni una milésima de segundo. 
No dejaré que se apoderen de mi tiempo perdido.


Tú deberías hacer lo mismo. Piensa en ellos cada vez que te rodee la tristeza y el malestar. Escápate, huye lo más lejos posible. No pierdas el tiempo derramando lágrimas, lamentándote por tu vida y tus días. Son tus momentos, no dejes que se conviertan en suyos.


2 comentarios:

Lemon dijo...

Hay demasiados hombres grises por ahí...habrá que empezar a correr para huir muy lejos de ellos.

Como siempre, es un placer leerte.
Saludos~

Lorenzo dijo...

¡Uau! Oye pues menos mal que no estabas inspirada ¿eh? Si te soy sincero es lo mejor que he leido en este blog, al menos para mi. Tiene algo mágico, algo que lo diferencia del resto, algo que ha conseguido calarme dentro y no se realmente porqué.
Espero que dejes usar a estos personajes en una entrada en mi blog porque estaría encantado de escribir un relato.
En serio, genial. Me has consegido impactar bastante.
Gracias por ello :D