martes, 25 de octubre de 2011

+Silencio en la sala, que el burro va a hablar, el primero que hable burro será, el tiempo comienza ¡ya!.

Y todos lo siguen al pie de la letra. Uno de los niños se tapa la boca con las manos, nervioso, no le gustaría nada ser burro. No le gusta el ruido que hace, es vergonzoso, tal vez, un caballo sería menos humillante.
La niña que está a su lado se muerde el labio inferior, y algunos más agachan la vista hacía el suelo, para impedir que cualquier insignificancia les hiciese reír. 
Creo que es una de las cosas que más añoro de la infancia. Una frase y silencio. Un silencio que ahora me parece casi imposible de conseguir. Y lo necesito más que nunca. Y es que últimamente solo se escuchan sandeces.
Una buena noticia nunca me ha sabido tan bien como ahora, que son tan escasas como estrellas fugaces.
Menuda ironía, ¿no? 
Niños que intentar aguantar su risa y adultos que no se cortan a la hora de soltar lo primero que se les pasa por la cabeza, sin pararse a pensar en las consecuencias


Y no sé a vosotros, pero a mí las risas me agradan más. 

3 comentarios:

Unknown dijo...

A mi también. Sobre todo las nuestras en las tardes de domingo... ;)
Ay... sandeces... FU/CK!

(L)

- dijo...

Aún recuerdo aquellas peleas que se producían cuando dos risas estallaban a la vez, y uno de los niños decían "¡Habeis perdido!" provocando que le acusaran a él de burro, por haber sido el primero en hablar :)
<3

Selene.Tr dijo...

Muchas gracias por pasarte por mi blog y seguirme ! :) Acabo de leer la entrada y guao que maravilla tu blog esta genial es como no se tiene un algo guay :) me encanta la foto que tienes puesta de el viaje de chihiro es una de mis peliculas favoritas ! :D Un besazo!!