miércoles, 28 de diciembre de 2011

La fluorescente luz del tan frío pasillo se encendió acompañada del sonido de unas pisadas. El silenció lo ocupó todo, tan solo se podía oír aquello. Escalofríos recorrían mi espalda, y me comenzaron a temblar las manos. Elegí una de las cuatro esquinas de aquel antro y me senté rápidamente. Escuché el tintineo de unas llaves, y al comprobar que no estaba cerca conseguí tranquilizarme. Al oír como las llaves encajaban con una cerradura me acerqué con un sentimiento entre curiosidad y miedo a los barrotes. La celda que habían abierto pertenecida a una  desafortunada mujer, no tenía más de treinta años. Mi vista apenas la alcanzaba. Los guardias que habían abierto su celda la agarraron firmemente y sin ningún escrúpulo por los brazos. Ella no intento resistirse. La escuché llorar. Volvieron entonces las pisadas. Y entonces los vi, siguiendo el recorrido de ese pasillo, el pasillo más frío que puede existir. Cada guardia la sostenía de un brazo. Y a ella, completamente frágil y decaída, la llevaban arrastras. No tardaron en desaparecer de mi vista, y solo quedaron las lágrimas de aquella mujer en el suelo junto con el ambiente de angustia y tristeza. Yo vivía (si a eso se le podía llamar vivir) atormentada por imaginarme en esa situación. Y la tortura solo acababa de empezar. El silencio seguía apoderándose de todo el pasillo y sus habitantes. Mi corazón me golpeaba con fuerza al recordar la situación de esa pobre mujer. ¿Quién se merecía aquello? ¿Nosotros? ¿De verdad era justo?
Y para empeorar el incomodo ambiente de angustia. Las luces que alumbraban el pasillo más frío del mundo se apagaron. Pero iban y volvían como los gemidos y sollozos de algunos encarcelados, que se enredaban con los de la pobre mujer.
Yo agarre con fuerza los barrotes y agaché la cabeza, dejándome devorar por la impotencia.



Y siguieron sonando sin parar los últimos suspiros de aquella mujer, suspiros que sonaban a muerte. Como el lugar más frío de mundo.

2 comentarios:

Elisa Sestayo dijo...

Este relato transmite mucho. He podido sentir cada palabra, cada sentimiento que describes.
Me ha encantado.

Un beso y sigue así <3!!

- dijo...

Que tétrico, que cierto... Uno de esos textos que deja sin palabras.
<3