domingo, 14 de octubre de 2012

Los ojos de Soledad.

Soledad la llamaban aquellos que no conocían su nombre. Pero ella no respondía. 
Dicen que es porque no escuchaba. Ni vivía. Ni comía, ni bebía, ni dormía, ni soñaba. 
Solo permanecía
El vacío se acumulaba en sus pálidos pómulos, quizás ellos tuvieron color en un pasado. 
Pero ella nunca se mostró triste, pues jamás habían visto como la rozaban las lágrimas. 
Tampoco había sido alguna vez feliz, y es que sus delicados labios nunca formaron una sonrisa. 
Una vez la miré a los ojos. Ojos abandonados por el brillo, completamente secos de ilusión. 

No me hicieron sentir otra cosa que una terrible lastima mezclada con terror. No recuerdo el color 
de aquellos ojos tan inhumanos. Solo sé, que en ningún momento ella me miró, simplemente 
posó su mirada en mí, completamente perdida en otro mundo. 
Tanto que resultaba imposible era poder encontrarla. ¿Dónde te escondes ilusión?.
Hubo un tiempo en el que me esforcé en buscarla. Reconozco que me obsesioné en buscar el brillo de sus ojos. Pero nunca la vi sonreír. Su apático gesto me perseguía a diario, adentrándose en mi mente cada vez durante más tiempo, y yo permanecía tardes en las que no conseguía liberarme del pensamiento de esos ojos penetrantes, pero completamente apagados. 
Hubo un tiempo en el que no me dejaron descansar. Cada vez que el sueño se apoderaba de mi me invadía una pesadilla formulada por su rostro. Y día tras día transcurría el tiempo sin que yo pudiese liberarme de aquella maldición. Mis ojeras se hallaban completamente profundizadas el día en el que otro pensamiento que no fuesen sus oscuros ojos no circulase por mi mente. Entonces, mi subconsciente me llevó donde se hallaba la dueña de aquella obsesión.
Nos encontrábamos en el bosque, acompañados por el murmullo del viento rozando las hojas.
Soledad se acercó a mi entonces, con su mueca indiferente, con oscura cabellera y sus ojos profundos. Y moviendo ligeramente los labios, apenas con esfuerzo alguno, me susurró:
-¿Eres libre? .-Yo negué con la cabeza, sin saber bien que decir. Observé como ella se alejaba de mí sin apartar la vista (pero nunca la mirada) y se acercaba a un apenado roble. Observé sin pavor alguno como de una de sus ramas colgaba una cuerda, y prometo que no se movió ni un músculo de mi cara al verla a ella subiéndose a la rama y agarrando aquella herramienta suicida. 
-Ahora yo lo seré, amigo. Y tú quedarás atrapado en este maldito mundo para siempre...-Y entonces, justo después de rodear su pálido y enfermizamente flaco cuello se dejó caer de la rama. Y fue esto lo último que escuché de su boca:
-Soy libre,¡ por fin soy libre!.- Y la encontré colgada, a pocos metros del suelo en aquel sauce llorón. Me acerqué entonces al desdichado árbol para contemplar el rostro que me había estado atormentando durante tanto tiempo. Y cerrando los ojos con los que anteriormente me obsesioné, caí en la cuenta de la belleza del cuerpo de aquella mujer, que sonreía plácidamente




 Jamás me había encontrado con algo tan bello. 


8 comentarios:

Yolanda Paredes dijo...

Es precioso, triste y conmovedor.
He estado bastante tiempo sin conectarme para leer blog y me encanta ver como sigues escribiendo con esa "magia"

Elisa Sestayo dijo...

Juro que yo tampoco había leído algo tan bello. Cuánto me he emocionado, qué verdad más grande la de Soledad. Estoy segura de que tiene razón y sólo en la muerte encontramos la libertad absoluta. Aunque no todos somos tan valientes o tan cobardes como para comprobarlo.

Qué belleza de relato, de verdad. Precioso.
<3

Blue Lemon dijo...

Da gusto leerte :)

Liberarse a través de la muerte, una idea tan bonita como escalofriante.

Miss no personality dijo...

Guapa te sigo desde ya :)
este es mi blog me gustaría que me dieses tu opinión por si se puede mejorar algo :) y si te gusta pues sígueme vale? Cada vez que hagas una nueva entrada comenta en mi blog y comento tu entrada :) http://mirinconestacional.blogspot.com.es/

Anónimo dijo...

Y con esto has dejado claro que con palabras se puede enamorar y sumergir en nuevos mundos, un aplauso ^_^

- dijo...

Me ha sorprendido mucho el final. No me esperaba para nada tal giro. En serio, ¿Cuánto hacía que no leía por blogger un relato que me sorprendiera?

Por cierto. Por alguna razón, me has recordado, en algunos momentos, a Poe. Quizá por esa calma que transmites, esa calma pero siempre tenebrosa. Siempre con el alma en vilo. Pero calma.
No lo sé, pero dime, ¿Te gusta Poe, verdad? Me gustaría saber si he adivinado :)

Alejandra Glez. Noda dijo...

¡Hola!
Una entrada sorprendente y bien escrita. Me he sentido identificada en algunas partes del relato. Es cierto que probablemente la libertad sólo la encontremos en la muerte, pero mientras llega hay que buscar la manera de hacer nuestra vida mágica. ¡Sigue así!
Besos cielo.

PD: Espero verte por mis blogs. ;)
Sollozos En Mitad Del Bosque
Pensamientos De Adolescencia ∞

ChicaGuau dijo...

Jo, qué bonita esta entrada :__

¡Un besito!